María ha apadrinado cucurbitácea, una palabra con la que nos quiere llevar al huerto, ya que de ese tipo de planta nacen frutos como la calabaza, el calabacín, la sandía, o el melón amarillo.
Por su parte, Amaya nos descubre ánima, una palabra muy apropiada para la festividad que se acerca, el Día de Todos los Santos, y que grandes escritores de la historia de nuestra literatura ya utililzaron en el título de algunas de sus obras. Recuérdese, por ejemplo, la leyenda El monte de las ánimas de Gustavo Adolfo Bécquer.
¡¡¡ENHORABUENA CHICAS!!!
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